Llego a la casa.
en la oscuridad
todavía no sé el camino a mi habitación
La que tengo asignada aún huele
a su anterior ocupante.
Llego a la puerta de la casa
cuando está papá huele a pan
(desde que compró el horno eléctrico para pan
si está, está horneando)
cuando está mi hermana hay olor a incienso o a viento
(a ella también le gusta abrir las ventanas aunque nos de frío)
cuando Helena está de buen humor, hay olor a cena.
Cuando abro la puerta y no hay nadie
sólo me acompaña la semioscuridad
y una sombra rancia de encierro, de cigarrillo.
Mientras camino a tientas
hago fuerza para sentir olor a mi.